lunes, 28 de marzo de 2011

Robots

Vivimos en un mundo lleno de robots. Vivimos un mundo en donde no se sabe quién controla a quién, donde las decisiones se toman por ellas mismas, sin darte la oportunidad de decidir. No se sabe quién es quién, no se sabe si lo que se ve es confiable o es una máscara. Vivimos en un mundo lleno de robots, donde todo parece más fácil aunque esté nublado en la penumbra.
Todos tenemos un nombre, que sin embargo no sirve para nada. ¿De qué sirve un nombre? Para identificarnos en un mundo en donde lo mucho es poco, donde todo el mundo va de allá para acá sin saber a dónde exactamente va. ¿Para qué sirve identificar a la gente si no tenemos claro ni quiénes somos en realidad? Si a veces somos marionetas a manos de personas que jalan las cuerdas para que hagamos algo. ¿Quién toma las decisiones entonces?
¿Por qué ignoramos las cuestiones verdaderamente importantes? Solo porque alcanzan algo más de lo que podemos llegar, porque nos dejamos vencer, porque ahora todo supone ser más fácil. Dejamos que lo más difícil se lo lleve el viento, que lo resuelvan los titiriteros, los que hacen todo por nosotros. Siempre nos preguntaremos quiénes son ellos, pero la verdad es que es cada uno. Cada uno es su propio titiritero, unos más sabios que otros, pero al fin y al cabo, todos y cada uno de nosotros somos los mismos.
Vivimos en un mundo de robots. Donde nos controlamos nosotros mismos, en donde somos un robot más y en donde no hacemos diferencia alguna. 

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